Aprendo de la luna que nunca deja de brillar…
A veces tenemos un día o una racha de esas malas, en la que todo nos sale mal, o en la que nos sentimos solos. Por lo que sea estamos tan mal que nos apagamos, no queremos ver el mundo y nos encerramos en nosotros mismos. A veces solo nos afecta a nosotros y otras veces a quien nos rodea…pero de alguna forma nos involucra y nos apaga la sonrisa.
Por eso aprendamos de la luna que siempre está sola, y
aunque a veces no la vemos, siempre sale y brilla, cada noche. Da igual si el día está nublado, si hay una
tormenta o un huracán. Da igual si llueve o si la nube la oculta. Ella a pesar
de todo siempre brilla. Os animo a retar a los obstáculos y a todas esas cosas
que nos apagan, con una sonrisa y con actitud positiva. ¡Únete a la luna, y brillen
juntos!